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Italia celebra la Festa della Repubblica en Venezuela

La delegación diplomática del país europeo presente en Caracas
 conmemora su fiesta nacional con un video institucional, el lanzamiento
de un boletín informativo “Italia con te”, el desarrollo de la “Guía Italia 2020”, el obsequio digital,
el libro “Piazze (In)visibili” y los avances del programa de repatriación durante la pandemia.

 

 

Caracas – Este 2 de junio se conmemorará la Festa della Repubblica, una oportunidad de encuentro y unión para sus connacionales, que en la distancia buscan reinventarse para mantener la tradición, en medio de una situación sin precedentes, no vista desde La Gripe Española en 1918. En esta oportunidad el simbolismo patrio es un grito de fe y de coraje que busca, ante el dolor de las innumerables pérdidas, dar esperanza y pasión a un pueblo que necesita y logrará levantarse, para construir su futuro.

Hoy, el tradicional Frecce Tricolori será más que simbólico: el sobrevuelo del prestigioso equipo acrobático, le devuelve al cielo azzurri el verde de los campos y la esperanza de tiempos mejores, el blanco de las cumbres y el rojo ardor de los volcanes para irrumpir con fuerza y paso seguro después de la crisis sanitaria.

Así como los actos y el tono de la Fiesta de la República Italiana cambiaron este año por el Covid-19, la Embajada de Italia en Caracas también se ha adaptado a estos tiempos de confinamiento en los hogares y trabaja en cinco proyectos con los que se propone mantener un contacto cercano con los italianos en el país.

Un video para el reencuentro 

En ocasión de la Fiesta Nacional, todas las Embajadas de Italia en el mundo y difundiendo el mensaje del Jefe de Estado Sergio Mattarella, han realizado videos conmemorativos para saludar a sus conciudadanos. En Venezuela, pensamos oportuno que el “Sistema País” pudiera ser representado en este mensaje y será un placer si todos pueden colaborar para que llegue a la casa de cada italiano en Venezuela”, manifestó Placido Vigo, Embajador de Italia en Venezuela.

El video conmemorativo del Aniversario de la República italiana, presenta un mensaje institucional positivo, de solidaridad, empatía, afecto y fortaleza, para que los italianos en Venezuela tengan presente “que no están solos”.

El audiovisual está disponible en todas las redes de la Embajada, el Instituto Italiano de Cultura de Caracas, Consulados, Cavenit, Centros Ítalos, entre otros.

Italia con te

Este 2 de junio llega a los correos electrónicos de los integrantes de la gran familia ítalo- venezolana el número uno de “Italia con te” (Italia contigo), un newsletter para quienes hacen vida en la “pequeña Venecia”. “Hoy estamos publicando la primera edición del boletín de los italianos en Venezuela, que estará siempre repleto de todas las contribuciones de los colaboradores y personajes activos de nuestra comunidad”, explicó el embajador Vigo.

Italia con te” nace con el objetivo de acercar a los italianos, a los diferentes temas y actividades comerciales, sociales, legales, culturales y consulares para así, hacerlos parte de un todo, que es representado en el Sistema País.

El novedoso boletín, ideado y desarrollado por la Embajada, en colaboración con todas las instituciones que conforman las más importantes alianzas estratégicas, ofrecerá a sus suscriptores, aliados y connacionales, noticias y artículos de opinión que poseen información actual, vigente y de valor para sectores específicos.

Guía informativa

La Embajada trabaja este año en la elaboración de la “Guía Italia 2020”, una publicación completa para el uso de los italianos en Venezuela, con todo lo relacionado sobre: información gubernamental, cultura, trámites administrativos y de negocios, que cualquier ciudadano o empresa italiana pueda necesitar o realizar en el país.

El ambicioso proyecto editorial tiene como antecedentes otras guías que se publicaron con éxito en Panamá, Argentina y Bolivia. El embajador Placido Vigo espera llevar a cabo esta iniciativa que promete más de 300 páginas a todo color, en las que se mostrarán los aspectos de la vida en Venezuela, con especial acento en la italianidad y el legado de los emigrantes, que hicieron de este país su tierra y con empeño labraron su futuro y el de sus hijos.

Vigo también mencionó que próximamente se presentará el plan de innovación tecnológica digital, que adelantan el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional y su Embajada en Venezuela, para que sus ciudadanos puedan hacer trámites en el Consulado General de Italia en Caracas y en el Consulado de Maracaibo, de forma más inmediata desde su teléfono inteligente.

Vuelos de regreso a casa

El embajador Vigo recordó que han trabajado activamente en la repatriación de connacionales desde el bloqueo del espacio aéreo venezolano el pasado 16 de marzo, como parte de las medidas para mitigar el avance del coronavirus. “Hemos organizado un total de 19 vuelos (de los cuales ocho fueron internos y cuatro de países de acreditación secundarios), todo para repatriar a un total de 380 italianos (59 de ellos de las Antillas Orientales)”, enumeró.

En todo el mundo, Italia ha repatriado más de 88.000 ciudadanos en más de 920 operaciones. El esfuerzo de la delegación diplomática presente en Caracas para llevar a casa a sus compatriotas, es un trabajo conjunto de la red de oficinas del Ministerio italiano de Relaciones Exteriores, en coordinación con las demás administraciones locales para servir a sus ciudadanos cuando más lo necesitan.

Un obsequio digital

Para este nuevo aniversario del 2 de junio, el Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación Internacional, anunció también la distribución de un obsequio digital, el libro “Piazze (In)visibili”, un texto editado por Marco Delogu y realizado con las fotografías del autor de 20 plazas italianas, retratadas en el período comprendido entre finales de marzo y principios de mayo, en el que Italia, como buena parte del resto del mundo, pasó por la difícil fase de confinamiento, con calles y plazas solitarias, que adquirieron “la función sin precedentes de espacio físico abierto, redescubriendo líneas arquitectónicas previamente ocultas” y ofreciendo “nuevas perspectivas de luz”.

Acompañadas por breves textos de escritores italianos, las fotografías son “para todos aquellos en el extranjero que idealmente se unen este año para celebrar el Día de la República, esperando poder regresar para hacerlo físicamente. Es una forma adicional de subrayar el papel que el mundo de la cultura y la creatividad italiana puede y debe desempeñar para acompañar la reapertura y revitalización de nuestro sistema de país en el extranjero, que el Ministerio de Relaciones Exteriores seguirá desempeñando”, manifestó el ministro Luigi Di Maio en una misiva.

El libro “Piazze (In)visibili” se distribuirá por correo electrónico a toda la base de datos de la delegación diplomática y el Instituto Italiano de Cultura de Caracas, así como a través de sus redes sociales.

Para conocer detalles de cada uno de los proyectos y las actividades, pueden visitar los portales web www.iiccaracas.esteri.it y www.ambcaracas.esteri.it. Seguir las cuentas en redes sociales a través de Facebook: Instituto Italiano de Cultura de Caracas, Twitter: @ItalyinVen @iicdecaracas e Instagram @iicdecaracas

 

 

 El video conmemorativo del Aniversario de la República italiana, presenta un mensaje institucional positivo, de solidaridad, empatía, afecto y fortaleza, para que los italianos en Venezuela tengan presente “que no están solos”. 

 

 

 

“Inno Italia” interpretado por la Orquesta
y el Coro de la Accademia Chigiana

El video contiene la interpretación del Himno Nacional de Italia a cargo de la Orquesta y el Coro de la Accademia Chigiana, una histórica institución musical italiana de alta formación, con sede en Siena. La presentación involucró a 108 músicos, incluídos estudiantes, maestros y colaboradores de la Academia, así como importantes artistas de la música clásica internacional como Salvatore Accardo, Bruno Giuranna, Antonio Meneses, David Geringas, Alessandro Carbonare, Pino Ettorre, Luca Sanzo, Francesco Dillon, Matteo Cesari, Paolo Ravaglia, Giulio Rovighi y el Quartetto Nous.

 

 

piazze invisibili

Le “Piazze (In)visibili” Download PDF

Le “Piazze (In)visibili” Download ePub

 

Le “Piazze (In)visibili” come dono digitale

Nella ricorrenza del 2 giugno, ci è sembrato giusto fare dono di questa opera a tutti coloro che, all’estero, si uniscono quest’anno idealmente per celebrare la Festa della Repubblica, in attesa di poter tornare a farlo fisicamente. E’ un ulteriore modo per sottolineare il ruolo che il mondo della cultura e della creatività italiane può e deve svolgere per accompagnare la riapertura e il rilancio del nostro Sistema Paese all’estero, che il Ministero degli Esteri continuerà a sostenere. Siamo coscienti di essere di fronte a grandi sfide, ma consapevoli al tempo stesso di avere la capacità di affrontarle. E dallo sguardo rivolto verso il futuro traiamo la spinta per vincerle.

In questi ultimi mesi, in cui le città si sono fermate per contenere l’epidemia che ha investito il mondo, in cui gli incontri tra le persone sono diventati “assembramenti” da evitare – una situazione alla quale, voglio sottolinearlo, il popolo italiano ha risposto con encomiabile senso di responsabilità – la piazza ha perso momentaneamente la sua funzione sociale ed ha acquistato quella, inedita, di spazio fisico aperto, riscoprendo linee architettoniche prima nascoste e prospettive di luce nuove. Come in un quadro di De Chirico, l’architettura è emersa in primo piano e le piazze si sono rivelate nelle loro linee essenziali, come i loro artefici le avevano immaginate. Di ciò danno testimonianza le immagini di questo volume, curato da Marco Delogu e realizzato con le fotografie d’autore di 20 piazze italiane, ritratte nel periodo tra la fine di marzo e l’inizio di maggio, in cui l’Italia, come buona parte del resto del mondo, ha vissuto la difficile fase del confinamento. Alle fotografie sono stati affiancati brevi testi originali di scrittori italiani, legati a quei luoghi e a quelle piazze da ricordi, esperienze e suggestioni letterarie.

Quando si parla di Italia all’estero, non si può non pensare al nostro patrimonio storico e culturale che ogni anno porta milioni di turisti a visitare il nostro Paese. Quando si pensa alle città e ai mille borghi d’Italia, che attirano i viaggiatori da tutto il mondo, l’immagine che immediatamente ci viene alla mente è quella della piazza, che è insieme la cornice e la tela su cui si disegnano palazzi, chiese, monumenti e la vita che si svolge intorno ad essi. La piazza diventa sinonimo di patrimonio culturale, ma anche di luogo dell’incontro e della socialità, dello scambio commerciale e della dialettica delle idee. Come scrisse Italo Calvino ne “Le città invisibili”- titolo a cui ci siamo ispirati- “ogni volta che si entra nella piazza ci si trova in mezzo ad un dialogo”.

Luigi Di Maio
Ministro degli Affari Esteri e della Cooperazione Internazionale

 

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Las “Plazas (In)visibles” como obsequio digital

Al hablar de Italia en el exterior, no se puede dejar de pensar en nuestro patrimonio histórico y cultural que cada año lleva a millones de turistas a visitar nuestro país. Al pensar en las ciudades y en los miles de ciudades de Italia que atraen a viajeros de todo el mundo, la imagen que enseguida viene a la mente, es la de una plaza, que es a la vez el marco y el lienzo en el que se dibujan palacios, iglesias, monumentos, y la vida que se desarrolla alrededor de los mismos. La plaza se convierte en sinónimo de patrimonio cultural, pero también en el lugar para el encuentro y la sociabilidad, para el intercambio comercial y para la dialéctica de las ideas. Como escribió Italo Calvino en “Las ciudades invisibles”- título en el que nos inspiramos – “cada vez que uno entra en la plaza se encuentra en medio de un diálogo”

En estos últimos meses en los que las ciudades se han detenido para contener la epidemia que ha golpeado al mundo entero y durante los cuales los encuentros personales se han vuelto “aglomeraciones” que hay que evitar – situación ante la cual, quiero destacar, el pueblo italiano ha sabido responder con encomiable responsabilidad – las plazas han perdido temporalmente su función social para adquirir otra, inédita, la de un espacio físico abierto, dejando al descubierto líneas arquitectónicas antes escondidas y nuevas perspectivas de luz. Como en un cuadro de “De Chirico”, la arquitectura se ha puesto de manifiesto en primer plano, y las plazas se han mostrado en sus líneas esenciales, como las habían imaginado sus creadores. De esto dan testimonio las imágenes del presente volumen, que contó con la curaduría de Marco Delogu, y fue realizado con fotografías de autor captadas entre finales de marzo e inicios de mayo, de 20 plazas italianas, cuando Italia, al igual que gran parte del mundo, padeció la fase difícil del confinamiento. Acompañan a las fotografías breves textos originales de escritores italianos vinculados con esos lugares y con esas plazas por recuerdos, experiencias y sugestiones literarias.

Con motivo del aniversario de la República de Italia del 2 de junio, nos ha parecido correcto regalarle esta obra a todos los que se unen este año idealmente en el exterior para celebrar la Fiesta de la República, mientras esperan poder hacerlo físicamente. Es una manera adicional para destacar el rol que el mundo de la cultura y de la creatividad de Italia puede y debe llevar a cabo para acompañar la reapertura y el relanzamiento de nuestro Sistema País en el exterior, que seguirá contando con el respaldo del Ministerio de Relaciones Exteriores. Somos conscientes de estar frente a grandes retos, pero también tenemos la certeza que poseemos las capacidades requeridas para afrontarlos. Y con la mirada puesta en el futuro sacamos el empuje para superarlos

Luigi Di Maio
Ministro de Relaciones Exteriores y de Cooperación Internacional

 

 

Salutación del Presidente de la República Sergio Mattarella en ocasión del “Concierto dedicado a las víctimas del coronavirus“ en el 74° aniversario de la Fiesta Nacional de la República de Italia.
Jardines del “Quirinale”, 01/06/2020

 

El 2 de junio, mañana, se celebra el aniversario del nacimiento de nuestra República. Lo vamos a hacer en una atmósfera en la que experimentamos sentimientos de incertidumbre y razones para la esperanza. Atrapados entre el dolor ocasionado por la tragedia que de manera repentina nos ha tocado vivir y la voluntad de un nuevo comienzo. De un nuevo tiempo que nos permita salir, cuanto antes, de esta suerte de pesadilla global.

Muchos entre nosotros sufren por el recuerdo desgarrador de las personas desaparecidas a causa del coronavirus: familiares, amigos, colegas. En ocasiones sin una despedida.

A todas las víctimas, a aquellos que murieron solos, al recuerdo de tantos afectos destrozados va dedicado este concierto, con el maestro Daniele Gatti y la orquesta del Teatro de la Ópera de Roma, a quienes doy las gracias por su participación.

Junto al dolor por las pérdidas y por los sufrimientos soportados, advertimos, día tras día una voluntad creciente por recuperar y renacer, civil y económicamente.

El nacimiento de la República en 1946 marcaba él mismo un nuevo comienzo. Superando las divisiones que habían desgarrado el País, para hacer de la República la casa de todos, sobre la base de valores como la libertad, la paz y la democracia.

Fuerzas políticas antes divididas, alejadas y en abierta contraposición las unas con las otras en muchos aspectos, encontraron la forma de colaborar en la redacción de nuestra Constitución, convergiendo y compartiendo valores y principios sobre los cuales fundar nuestra democracia.

Aquel espíritu constituyente representó el motor principal del renacimiento de Italia. Supo unir a los italianos, más allá de sus orígenes, en la convicción de que sólo juntos habrían podido enfrentar las condiciones de extrema dificultad en las que se encontraba sumido el País.

Esta substancial unidad moral fue el verdadero cemento que hizo nacer y mantuvo unida a la República. Es lo que, aún hoy día, nos permite reconocer que estamos atados por un destino común.

En aquel entonces había que sobreponerse al luto, a los sufrimientos y a los destrozos de la guerra. Hoy, tenemos que combatir a un enemigo invisible, en muchos aspectos desconocido, impredecible, que ha perturbado nuestra existencia y costumbres consolidadas. Ha obligado a interrumpir las relaciones sociales, a cerrar los colegios. Ha puesto en riesgo tantos proyectos de vida y de trabajo. Ha sometido a una prueba durísima a la estructura productiva de nuestro País.

Podemos considerar este día como emblemático para el principio de nuestra reinicio.

He recibido y leído en estos últimos tres meses centenares de mensajes de preocupación, pero también otros de cercanía, de confianza, de esperanza.

Debemos tener plena conciencia de las dificultades a las que nos enfrentamos. La subida no va a ser rápida, la reconstrucción será exigente, en algunos aspectos dolorosa. Va a requerir valentía y prudencia. La valentía para mirar más allá de los límites de la emergencia, pensando en el futuro y en lo que debe cambiar, y la prudencia para tener bajo control una posible reaparición del virus, aprendiendo a convivir con él de forma segura, durante el tiempo requerido por la ciencia para erradicarlo definitivamente.

Se van a requerir rapidez y visión de futuro para ofrecer ayuda y respuestas a quienes fueron golpeados con mayor dureza. Y para planificar inversiones e intervenciones a medio y a largo plazo, que permitan ofrecer perspectivas sólidas a la recuperación del País.

Hemos repetido muchas veces que los italianos tenemos las cualidades y la fortaleza para poder superar esta prueba también. Así como reconstruimos el País hace setenta años.

Hemos podido verlo en las pasadas semanas.

Hemos podido comprobar la solidaridad, la generosidad, el profesionalismo, la paciencia, el respeto de las reglas. Hemos redescubierto, en muchas ocasiones, día tras día, habilidades que para algunos parecían escondidas o empañadas como el sentido del Estado y el altruismo.

En el momento más difícil, hemos reencontrado el verdadero rostro de la República

Ahora sería inaceptable e imperdonable perder este patrimonio hecho del sacrificio, del dolor, de la esperanza y de la necesidad de confianza que hay en nuestra gente. Nos lo pide, sobre todo, el recuerdo de los médicos, de los enfermeros, de los operadores, víctimas del virus durante las semanas pasadas.

Estamos orgullosos de todo lo que han hecho los operadores sanitarios y de los servicios esenciales que – a menudo poniendo en riesgo su propia salud – le han permitido a toda nuestra comunidad nacional respirar, mientras la mayoría de las actividades estaban detenidas. Estamos agradecidos con los docentes por la didáctica a distancia, con los emprendedores que han reconvertido en pocos días la producción para suministrar los bienes que hacían falta para la seguridad sanitaria, a los hombres y mujeres de las Fuerzas del Orden, nacionales y locales, a la Protección Civil, a tantos voluntarios que han garantizado la seguridad y la asistencia durante la emergencia.

Soy consciente de que a estos comportamientos se le han enfrentado, en ocasiones, otros, a manos de quienes han intentado sacarle provecho a la emergencia. Comportamientos de esta naturaleza deben ser comprobados con rigurosidad y reprimidos, pero pertenecen, por fortuna, a una minoría muy pequeña de nuestra sociedad.

Este 2 de junio nos invita a reflexionar a todos acerca de lo que es, lo que quiere ser la República hoy.

Este día interpela a todos aquellos que tienen una responsabilidad institucional – empezando por mí, naturalmente – sobre el deber de estar a la altura de aquel dolor, de aquella esperanza, de aquella necesidad de confianza.

No se trata de imaginar, de suspender o de anular la normal dialéctica política. La democracia vive y se alimenta de la confrontación entre posiciones distintas.

Pero hay algo que viene antes de la política y que marca sus límites.

Algo que no está disponible para ninguna mayoría ni para ninguna oposición: la unidad moral, el compartir un único destino, el sentirse responsables los unos de los otros. Una generación con otra. Un territorio con otro. Un ambiente social con otro. Todos como parte de la misma historia. De un mismo pueblo.

Me tomo la libertad de invitar, una vez más, a encontrar las muchas razones para un esfuerzo común che no atenúa las diferencias de posición política ni la diversidad de los roles institucionales.

Todos estamos llamados a un esfuerzo común en contra de un gravísimo peligro que ha golpeado a nuestra Italia en los ámbitos de la salud, en el económico y en el social.

No hay que blandir los sufrimientos causados por la enfermedad los unos contra los otros.

Este sentimiento profundo que percibo entre nuestros ciudadanos exige respeto, seriedad, rigor, sentido de la medida y apego a las instituciones. Y se lo pide a todos, más aún a quienes tienen mayores responsabilidades. No sólo a nivel político.

Estamos llamados a decisiones comprometidas

No estamos solos. Italia no está sola en este difícil remonte. Europa manifiesta haber encontrado el auténtico espíritu de su integración. Se va reafirmando, cada vez con más fuerza, la conciencia de que la solidaridad entre los Países de la Unión no es una opción entre muchas sino la única vía posible para afrontar con éxito la crisis más grave que nuestras generaciones hayan vivido. Ningún País tendrá un futuro aceptable sin la Unión Europea. Ni siquiera el más fuerte. Ni siquiera el menos golpeado por el virus.

Ahora depende de nosotros también: de nuestra inteligencia, de nuestra cohesión, de la capacidad de tomar decisiones eficaces.

Estoy convencido de que juntos lo vamos a lograr. Que el vínculo que nos une será más fuerte que las tensiones y que las dificultades.

Pero también sé que la condición para que esto ocurra estará ligada a que cada uno, participando en la reconstrucción que nos espera, persiga, como único objetivo, el bien de la República como bien de todos. Sin excluir a nadie

Mañana visitaré Codogno, lugar símbolo del inicio de este dramático período, para rendir homenaje a todas las víctimas y para confirmar la valentía de todas las italianas y de todos los italianos que han enfrentado en primera línea, a menudo en condiciones extremas, con coraje y abnegación, la lucha en contra del coronavirus.

Deseo darle las gracias a todos y cada uno. Italia – en esta emergencia – ha mostrado su mejor rostro.

Estoy orgulloso de mi País.